El Athletic de Bielsa no dio ninguna opción al Mirandés, terminando así con el sueño copero del equipo modesto.
6-2, en el marcador final de San Mamés, un resultado que puede parecernos demasiado cruel con el equipo rojillo, engalanado ayer de verde con una equipación única para la ocasión. 3 goles de los bilbaínos en los primeros 20 minutos, dejaron sin ninguna opción al equipo de segunda B.
Y ello a pesar de que el Mirandés comenzó el partido lanzado, creyendo firmemente en sus opciones para lograr remontar el resultado del partido de ida. Si así habían vencido a Villarreal, Racing y Espanyol, también podrían obrar el milagro en La Catedral. Pero aquello sólo duró los primeros diez minutos del partido. El Athletic no erró donde los otros primeras fallaron, y sin faltarle al respeto al equipo burgalés, finiquitó el partido en las ocasiones de las que dispuso. Los goles de Muniain (minuto 11), Susaeta (min 14) y Aurtenetxe (min 22), dejaron el partido sentenciado antes del descanso.
Y sin embargo el partido no terminó allí. Tras la reanudación, continuó la fiesta (en honor a nuestro querido Juanma Castaño) del fútbol. Los tantos de Llorente (minuto 75 y 86) y el marcado en propia puerta por Caneda (minuto 86), lograron que el doblete de Aitor Blanco (minutos 71 y 86) no sirviera nada más allá que para salvar el honor del equipo de Pouso. Algo aun así nada sencillo de conseguir cuando en frente se encuentra un equipo capaz de jugar como este Athletic.
Puso así fin el Mirandés a su aventura copera en el mejor escenario posible. Tras el pitido final, los cerca de 40000 espectadores de San Mamés se pusieron en pie para felicitar a ambos conjuntos. A sus paisanos de Bilbao por conseguir el pase a una nueva final de la Copa del Rey. A los jugadores de Miranda por haberse ganado el respeto y cariño de todo el país en esta competición.
